BANDOLEROS
BANDOLEROS
En
la novela Romasanta, La Leyenda del Hombre Lobo, se mencionan muy de pasada
aunque están allí. Me refiero a los bandoleros.
En
un tiempo en el que las secuelas de la guerra contra el invasor francés aun no
habían terminado de disiparse, las corruptelas políticas propiciaron una crisis
política y social que hizo que los productos básicos para la supervivencia de
las familias aumentó de forma espectacular mientras que el precio del trigo y
la cebada se desplomaba más cada año. En el centro y el sur de la península sobre
todo, cuando los padres de familia se veían en la imposibilidad de dar de comer
a sus hijos, hacían algo muy típico de la época: se echaban al monte.
El bandolero, también llamado bandido, encartado, brigante, salteador, proscrito oforajido) era un
hombre armado que se dedicaba al robo,
especialmente por asalto, alpillaje y, más raramente, al contrabando y al secuestro.
Por lo general, asaltaban a los viajeros en los caminos peligrosos de las
montañas. No solían actuar en solitario, sino organizados en cuadrillas. Su equivalente en el mar es la llamada piratería o bandolerismo marítimo.
En España hubo cuatro focos endémicos de bandolerismo: Andalucía, Cataluña,Galicia y
los Montes de Toledo. Aparte de los mencionados
precedentes de época romana, en España tratadistas musulmanes como Ibn Abdun daban consejos para
reprimir el bandolerismo que se desarrollaba en los alrededores de Sevilla. Las Siete
Partidas contienen leyes para proteger a los mercaderes que son
frecuentes víctimas de estos delincuentes, llamados por entonces bandidos,
por haber sido pregonados en algún bando de busca o captura, forajidos,
por haber sido expulsados o huidos de alguna ciudad, relegados, acotados o encartados. Salteador viene
de saltus, "bosque" en latín, porque era el lugar
preferido para sus fechorías. Enrique II quiso fortalecer estas leyes
con disposiciones contra los encubridores en 1369, ley
ratificada en 1471, por lo general venteros, posaderos, chalanes, cuatreros,
prostitutas, contrabandistas, ermitaños o incluso merinos y
corchetes asociados a los bandidos, por no citar a los mismísimos nobles, con
frecuencia apurados por deudas:Juan I y Juan II se enfrentaron contra estos
poderosos que encubrían malhechores, y que con frecuencia constituían los
niveles más altos de asociaciones criminales organizadas como La Garduña,
nacida en Toledo y con versiones en Sevilla y otras grandes ciudades del
imperio español. Los llamados Banderizos eran
dos linajes de hidalgos vascos, los Oñaz y
los Gamboa,
que anduvieron enfrentados en guerra mutua durante los siglos XIII, XIV y XV y
frecuentemente recurrieron al pillaje y al saqueo de las villas y pueblos que
no les eran asociados, aunque el pretexto superficial era el "más
valer" hidalgo; similares guerras privadas se dieron en Álava entre
los Mendoza y los Guevara; enVizcaya, entre los Múgica y los Avendaño y en Navarra entre
los Beaumoneteses y los Agramonteses. También había salteadoras femeninas o serranas.
El fenómeno era tan grave en La Mancha que
suscitó una reacción social, al fin, cuando una banda denominada los Golfines aterrorizaba
la meseta sur en la baja Edad Media, lo que dio lugar al nacimiento de la
primera guardia civil moderna, la llamada Santa Hermandad vieja
de Toledo y Ciudad Real, que tenía su centro de ejecuciones en la localidad
ciudadrealeña de Peralvillo.
En España y durante el siglo XVI hubo dos grandes focos de bandolerismo, el
andaluz y el catalanoaragonés; El mismoFernando el Católico organizó una campaña
contra los bandoleros de Aragón en 1515. Muchos de ellos, tanto en Aragón como
en las Alpujarras (los monfíes),
eran moriscos,
como los hermanos Lope y Gonzalo Xeniz; el fenómeno se reprodujo
también en la piratería marítima, porque muchos piratas moriscos
asediaron las costas mediterráneas de España, sobre todo tras la llamada expulsión de los moriscos en 1609 por Felipe III; muchos de ellos se dedicaron a
asaltar los puertos mediterráneos y atlánticos de su antiguo país, como por
ejemplo el pirata Amurates. También fueron célebres Lucas de Burgos "el
afanador de Cabra", Pero Vázquez de Escamilla y
otros. Era habitual despeñar a sus víctimas en barrancos hondísimos para que no
quedara huella alguna de los crímenes. En Cataluña y en el siglo XVI actuaban Antonio Roca,Testa de Ferro y Perot Rocaguinarda, rememorado por Cervantes,
y, ya en el siglo XVII, Joan Sala apodado Serrallonga;
muchos de estos bandoleros catalanes fueron en realidad instrumentos del clan
popular de los Nyerros o
Nyarros en su lucha privada contra el clan aristocrático de los Cadells. En La Mancha donde
tuvieron sus correrías medievales losGolfines hubo a mediados del siglo
XVII un tal Pedro Andreu o Perandrés de origen valenciano que
con una cuadrilla de treinta hombres y aunque dejaba a sus presas el suficiente
dinero para seguir su camino y pagaba donde se alojaba, según José Pellicer,
fue autor de una venganza terrible contra un médico de Cuenca; también en La
Mancha, pero en el siglo XVIII, la banda de los tres hermanos Juanillones se conchabó para repartir
beneficios con un escribano de Toledo, que luego los traicionó y fue asesinado
por la novia de uno de ellos. Los cuatreros o ladrones de ganado, denominadosvaqueros,
actuaban sobre todo en torno a Ronda.
Y también hubo bandoleras, generalmente conocidas como serranas,
entre las cuales la más famosa, por sus secuelas literarias, fue sin duda la Serrana de la Vera de Plasencia.
Cerca de Medina Sidonia actuaba el morisco Cristóbal de Salmerón;
mató a veintidós hombres, que arrojaba a un pozo, y se fue a Tetuán como
renegado. Vicente Espinel cuenta en su Marcos
de Obregón (1618) que la cuadrilla de Roque Amadorcontaba con hasta trescientos
miembros y era "la más mala canalla" de su tiempo. Al respecto ya
empezaron a publicarse algunas obras monográficas que trataban el bandolerismo
con alguna profundidad, como la del alcalde de las Guardas de Castilla y juez Pedro González de Salcedo, Tratado
jurídico-político del contra-bando, Madrid: Diego Diaz de la Carrera, 1654,
dedicada al Conde-duque de Olivares. Un lugar clásico
para salteadores de caminos era Sierra Morena, ya desde el siglo
I a. C., como se ha visto, y no en vano llegó a acuñarse la frase
hecha de "váyase a robar a Sierra Morena".
El bandolerismo aparece sobre todo en España durante
los siglos XVIIIy XIX,
especialmente en regiones como Andalucía, Castilla la
Nueva oCataluña. En el siglo XIX tuvo lugar el apogeo de este tipo de
delincuencia, surgida de las cuadrillas de guerrilleros o brigantes en
laGuerra de la Independencia que,
al terminar, se encontraron sin poderse asimilar al ejército regular. El
reinado de Fernando VII fue especialmente proclive a ello, cuando el ejército
regular fue sustituido por los Cien mil hijos de San Luis, pagados por el
monarca, que no se fiaba de su propio ejército y lo sustituyó por la milicia de
los Voluntarios realistas. Es la época de
bandoleros como Juan Delgado, los siete niños de Écija,
especializados en asaltar cortijos; Diego Padilla, más conocido como Juan Palomo, Jaime el Barbudo,
José María Hinojosa, más conocido como el Tempranillo.
Muchas partidas durante lasGuerras
Carlistas dieron lugar a un fenómeno parecido. Benito Pérez Galdós escribió que
"sólo un gramo más de moral" servía para distinguir a un guerrillero
de un bandolero, y con este nombre se conocía además en varios paísesiberoamericanos a
todo tipo de bandidos, guerrilleros y asaltadores de caminos, entre los que
destacó en su época anterior a la Revolución el mexicano Pancho Villa.
Ejemplos de bandoleros son: Francisco
Esteban; el madrileño Luis Candelas,
famosísimo ladrón; Diego Corrientes, el Cristo, el Tragabuches,
José María Hinojosa, más conocido como el Tempranillo, el Vivillo que escribió sus
propias memorias antes de suicidarse, El Pernales, el Cojo de Encinas Reales, Navarro el de Lucena, Caparota el de Doña Mencía, Pepe San Nicolás en la provincia de Cuenca, Orejita, Palillos, el Ciervo, Melgares, el niño de Arahal, y
muchos más a que no puede bastar cuenta cierta. El que es considerado como el
último bandolero Pasos Largos murió el 18 de marzo de 1934. Uno de los
bandoleros que nunca se ha encontrado, y que era de la partida de El Bizco, es
[Miguel Duplas Caseucau]
Lejos de la violenta realidad, normalmente, la literatura,
la televisión y el cine han dado una
visión romántica del bandolero, similar a lo que sería en la tradición
anglosajona la figura de Robin Hood. Dan la imagen del bandolero que roba con un fin social (bandidos
sociales), siguiendo, el lema clásico, Robar al rico, para
darle lo robado al pobre, o sea, una forma a las bravas de hacer un reparto
equitativo de la riqueza. En este sentido, el bandolero es un héroe popular.
Los rasgos más destacados de los bandoleros son la gran habilidad mental
y física.
Un ejemplo de bandolero en literatura es el bandolero que aparece en El Quijote, Roque
Guinart. Otro ejemplo es la serie de televisión española Curro Jiménez emitida
por primera vez en RTVE en 1976 y que narraba
las aventuras de un grupo de bandoleros en la Andalucía del
Siglo XIX, inspirándose muy libremente en las andanzas de Andrés López, el barquero de
Cantillana.
Fuente: Wikipedia.
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